El poeta de los mares del sur

A Rafael Alberti, fallecido el 29-10-1999

Ya has alcanzado el silencio

tan callado de los muertos,

pero has de saber hermano

que tus palomas aquí en la tierra

llevan prendidas en el pico

piñatas de versos.

Te has ido callado, en silencio,

tan callado como los muertos,

sin darnos un respiro hermano

para que pudiésemos

remitir una carta a Dios

y quizás otra a los infiernos

para que andasen en calma

las aguas de tu universo...

Porque el poeta del sur

había partido en velero

que tenía las alas de plata

que tenía el rumbo incierto,

un velero, que una vez que partiese

no atracaría en los puertos

sino en el lucero del alba

o en la paz de los destierros.

Ya te has ido callado, en silencio

viejo lobo de mar,

cazador de musas de otros tiempos,

pero son tus versos la estrella polar

que guían a nuestros versos,

son tus versos marinero de sal

la llave de nuestros secretos

y te has ido por el callado mar

de unos poemas para el recuerdo.

A José Hierro Real

poeta, Premio Cervantes 1998

(este poema es un homenaje a todos los libros que leí de este autor,

 convirtiéndolo en mi poeta por excelencia)

Fallecido el 21-12-2002

Viniste como ángel caído,

tus manos de hierro son.

También lo es, tu corazón,

como real es tu apellido.

Todo cuanto sé de ti

provoca en mí alucinaciones.

Eres maestro entre naciones,

la agenda de mi porvenir.

Quisiera el premio Adonais

y el Ateneo de Santander,

el premio tal y el premio que

me nombrara Doctora Honoris.

Mas si se ha de quebrar mi suerte

porque está escrita de antemano,

déjame estrechar tu mano,

déjame, por lo menos, verte.

(Y así fue, lo vi en dos recitales en Murcia)

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