Abertal sientes que son tus primaveras,
noble corazón que comienzas en el amor.
Tapujos que plantarás cuando de veras
observes de cerca el sufrimiento y dolor.
Noches serenas y noches toledanas,
indignación que sobre la sangre viertes
osando retar con avaricia y ganas
a
Eros. ¿Deseas matar o recibir la muerte?
Nombrarlo no debes. Llega enmascarado,
riendo y envuelto en tal apariencia
que
idiotas te vuelves en enamorado
queriendo dar el alma por su existencia.
Urdidor de tramas tan complicados,
erigiendo templos tan abismales
que
matas y mueres por estar a su lado.
Acogiendo sus besos, siendo mortales.
Recuerda por siempre la Ley del Talión,
ten en cuenta que pena, con pena se paga,
intentando amar con el corazón.
Nunca porque ella de querer se haga.
Encontrarás así la suerte y buena razón
de ser zascandil y cubrirte de llagas.
Mercedes Piqueras Mateo
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